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Bienvenidas al 2018 :) Espero que hayáis tenido una gran entrada al año nuevo! Estos primeros días he leído infinidad de listas de propósitos y objetivos para este año que recién hemos inaugurado, y aunque me encanta leerlas, siento que tendemos a idealizarlo todo. Este año no tengo demasiados propósitos porque para ser sincera, muchos de los que me propuse el año pasado no los he llegado a cumplir y los que sí, tampoco han durado en el tiempo. Así que este año lo voy a centrar en algunos pequeños objetivos y asegurarme de que los cumplo y los mantengo.

Deshacerme de esa sensación de culpabilidad constante. Y no sólo me refiero con respecto a mis hijos, si no hacia todo en general. Cuando me centro mucho en ellos, en pasar tiempo y hacer cosas juntos, me siento mal porque dejo de lado mi trabajo, el blog, Instagram… Y sin embargo, cuando me centro en sacar adelante todos mis objetivos laborales, siento que me estoy quitando de mi familia y perdiéndome pequeños grandes momentos que no volverán; me cuesta separarme de ellos, tanto si es un viaje de trabajo como si es para salir a cenar con Salva, pero al mismo tiempo me repito que necesito/necesitamos un break, cada vez más  y de manera más frecuente… Tengo que aprender a dar con ese equilibrio –sobre todo mental- en el que sienta que doy lo mejor de mi (o todo lo que puedo) en ambas cosas, en el plano profesional y en mi rol de madre/mujer/amiga.

Más tiempo de pareja. Es verdad que con los niños, la casa y el trabajo, la pareja se ha caído en mi lista de prioridades y es algo que me da muchísima pena. Siempre fui de las que decía que aun con hijos, sacaría tiempo para nosotros, para escaparnos de viaje, salir a cenar y no olvidar lo importante que es mantener siempre viva esa llama del amor. Por supuesto, esa llama sigue pero echo de menos nuestras citas y tener tiempo para nosotros, sin que la conversación gire en torno a la guardería, a los progresos y regresos de Olivia, o las tomas y siestas de Bruno. Así que una de mis prioridades va a ser volver a darle importancia al nosotros. “Un rato al día, una caña a la semana, una cena al mes y una escapada al año”. Este va a ser mi mínimo a cumplir :) 

Hacer ejercicio. Hace 4 años desde la última vez que hice ejercicio continuado por más de dos meses seguidos. Allá por 2016 nos apuntamos a pilates durante 2-3 meses y ese ha sido todo mi ejercicio últimamente… Es cierto que, aparentemente, me he recuperado bien de mis dos embarazos -aunque aún me quedan un par de kilos por bajar de este último-, pero no es oro todo lo que reluce y no estoy igual que antes. Mi piel no es la de antes, ni mi resistencia; cuando me miro al espejo, no me acabo de encontrar, es mi cuerpo y al mismo tiempo me veo tan fuera de él, y sobre todo echo de menos esa sensación de cuando haces deporte. Mantenerte activo es importante para la salud mental y física, así que si no es por volverme a ver bien y sentirme a gusto en mi piel, al menos lo haré por mi salud de hoy y de mañana. Aún no tengo claro con qué empezar, si entrenador personal que me obligue a romper la pereza de las primeras semanas y me mantenga motivada, si empezar a salir y despejarme junta a la brisa marina y mi playlist favorita, o empezar de nuevo con spinning/pilates… ¿Sugerencias?

Comer bien. Creí que nunca tendría que volver a repetir esto, pero desde que nació Bruno no estamos comiendo como solía comer ni como me gustaría. Vamos tan justos de tiempo para todo, tanto para cocinar como para hacer la compra en condiciones, que no estoy comiendo tan sano como me gusta y estamos recurriendo mucho a esas comidas que tipicamente eran esporádicas. Quiero volver a comer la misma cantidad de frutas, verduras y pescados que antes; quiero reduciar la ingesta de azúcares y quiero volver a comer sano aunque suponga comer simple por la falta de tiempo. Ya sabéis que yo no soy partidaria de hacer dietas pero creo que un planning semanal/mensual de comidas y cenas me ayudaría a conseguir comer bien, sano y equilibrado.

Mantener un orden. Sé que trabajar desde casa y ser tu propio jefe parece algo maravilloso, y francamente lo es, pero no tanto. Dormir, vivir y trabajar en el mismo sitio, todos los días de tu vida puede mermar tu motivación y creatividad. ¡Ni qué decir tiene si además tienes un bebé en casa del que hacerte cargo! Por mucho que intentamos mantener un horario u orden, a veces es inevitable que nos salgamos de rutina con tareas de casa, o que nos enrollemos demasiado en el café de por la tarde y llegue la hora de duchas+cenas sin el trabajo listo. Hacemos muchos esfuerzos por mantenernos en la linea marcada, motivados y con ganas, pero hay veces que todo esto nos abandona y los días o semanas se hacen muy cuesta arriba. Supongo que no siempre lo bueno es realmente bueno, ni lo malo tan malo…

Objetivos profesionales. Bueno, aquí todas sabemos que he prometido muchas cosas que al final no he conseguido mantener. A veces porque mis metas no eran realmente alcanzables y otras porque no ha terminado cuajando la idea tal y como surgió! Pero os prometo que si no hay más cambios, no es por falta de ideas y ya tengo unos objetivos establecidos, pero esta vez no os los voy a decir, si no que los vais a ver, lo notaréis ;) Quiero seguir un ritmo de publicaciones en el blog, mantenerme activa en Instagram y no «desaparecer» durante varios días y lanzarme definitivamente con la aventura de Youtube.

Y ahora es vuestro turno, ¿qué propósitos tenéis para el nuevo año? ¿Tenéis alguna sugerencia o petición? Este es el momento :)

¡Mil besos!