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EL PLACER DE DORMIR.
El placer de que un bebé se duerma solo es inigualable. No sabéis hasta qué punto cambia tu vida y el nivel de calidad de esta cuando esto que os cuento sucede. Lo sé, yo también era una escéptica y cuando leía que había bebés que dormían, pensaba que esas madres estaban mintiendo. Lo pasé tan mal con #missOlivia y el sueño -cosa que aun hoy sigue pero en menor medida- que creía que era imposible asociar tener un bebé y poder dormir. Hace tiempo que quería hablaros de este tema; con Olivia quise hacerlo pero sentía que no tenía nada que decir, porque cada vez que pensaba que la cosa funcionaba, de pronto todo volvía al punto de partida… Con Bruno estaba decidida a lanzarme a la piscina, ya que era un bebé «fácil» pero todo cambió y de nuevo, no había nada que pudiese contaros mas que decir que estábamos todas en el mismo barco. Tiempo después, conseguí implementar un método que me funcionó y por eso quiero contaros mi experiencia. Os lo cuento porque estoy segura que a muchas os puede ayudar, porque sé lo desesperante que es encontrarte en determinadas situaciones y sentir que nadie dice nada… Sé que en cuanto a maternidad, os debo un montón de posts porque os he prometido muchísimos temas, pero muchas veces no encuentro el momento de sentarme y contaros bien. No creáis, que los echo mucho de menos! Entre ellos, os prometí un video-haul sobre cosas básicas y prácticas para bebés -y sigo prometiendo que lo haré porque he descubierto muchas cosas que creo que son interesantes- y sin duda una de ellas ha sido la cuna de Stokke. Con Olivia no quise invertir en una minicuna, en su lugar tuve un capazo de mimbre y de ahí la pasé directamente a la cuna. Tengo que decir que para dormir de noche NO es práctico, quizás sí cuando son muy recién nacidos pero luego no. Con Bruno se quedo pequeño especialmente pronto, y nunca acabó de estar del todo cómodo, así que muchas veces lo ponía en nuestra cama a dormir sus siestas. Antes de que naciese, descubrí la cuna Sleepi de Stokke en Pinterest y me enamoró. Me encanta el diseño, lo bonita y práctica que es. Que tenga ruedas es la CAÑA, me ha salvado la vida tantas veces en las que Bruno ha estado a punto de despertarse y con un pequeño toque, ha vuelto a su plácido sueño :) Además es evolutiva: se va ampliando y transformando según crece el niño. Yo fui la primera que no le di importancia a estas cosas, y luego me he arrepentido de todas y cada una de ellas… Me gusta ahora siendo tan pequeñita, pero todavía más cuando se abre el lateral y queda IDEAL :)
Volviendo al tema de aprender a dormir, con Bruno ha sido especialmente fácil, aunque ha tenido sus pertinentes crisis, no os creáis. Pero me arriesgaría a afirmar que casi cualquier niño es capaz de hacerlo si los padres saben cómo. Si sufrís del mal de un bebé que duerme poco y/o mal, pero seguís pensando que todo esto de que aprenda a dormir es mentira, una patraña, entonces os diré una frase que me gusta mucho y que me sirve en muchísimas ocasiones: nada puede cambiar si todo sigue igual. Y es así, no tiene vuelta de hoja. Nada en esta vida va a cambiar si no hacemos nada porque cambie.
Antes de entrar a contaros cómo lo hemos hecho nosotros, hay otra cosa de la que quiero hablaros: las rutinas. Es mejor hablar de rutinas y quizás no tanto de horarios. Recuerdo que con Olivia leí algo sobre esto, lo que, conociendo a mi pequeña como la conocía, lo veía imposible; además, leí muchos comentarios de otras madres que decían que era cruel imponerle horarios a un bebé. Así que me aferré a ese pensamiento, ya que yo pensaba que era imposible establecer un orden en mi vida, y esto «me ayudó» a no cambiar, o mejor dicho, a no querer cambiar y ni tan siquiera intentarlo.
Con Bruno todo empezó a las mil maravillas, se veían tan distintos Olivia y Bruno… No me preguntéis cómo o por qué, pero Bruno nació distinguiendo perfectamente el día de la noche. Todos los días y a la misma hora (a las 8 de la tarde, como un reloj), se ponía «tontillo» y lo único que quería era baño, comer y dormir. Todos los días se solía ir a dormir a la misma hora, por las noches sus despertares eran siempre a las mismas horas y por la mañana amenecía siempre entre las 9-10 de la mañana. ¡Estábamos en la gloria, pero literal! Cuando se aproximaron los temibles 3 meses -en esta época hay crisis de todo- empezó a dormir peor y lo achaqué a algo transitorio. Cuando quisimos darnos cuenta, llevábamos casi dos meses durmiendo mal y todo iba a peor. Yo me vine abajo total… ¿Cómo se podían estar sucediendo los mismos patrones que con Olivia si eran niños completamente distintos? Supe entonces que el error estaba en nosotros. Después de 3 noches levantándonos casi cada hora, fue cuando dijimos «STOP!!«. Decidí instaurar una rutina de 4 horas y enseñarle a dormir solo. NO OS LLEVÉIS LAS MANOS A LA CABEZA, no soy una desalmada. Os prometo que todo esto ha pasado sin una sóla lágrima, Bruno es un niño feliz y nosotros todavía más :)
Toda esta rutina que os voy a contar la leí hace mucho en un post de un blog americano (no recuerdo su nombre) y mi sorpresa fue cuando al comprarme el libro de Tracy Hogg «Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices», vi que explicaba exactamente lo mismo. Lo sé, sé que el nombre del libro no convence y no me lo habría comprado si no fuese porque leí reseñas sobre él. No entraré en muchos detalle porque os recomiendo muchísimo que os lo compréis; dice cosas con mucha lógica y da muchas soluciones prácticas a la mayoría de los problemas a los que nos enfrentamos a diario. Ojalá hubiese sabido de este libro antes porque mi experiencia con Olivia habría sido tan diferente… Yo en su momento me compré todos esos libros de «Dormir sin lágrimas», etc. y que estan muy bien pero que básicamente se resumen en que todo es normal, y para eso no necesito un libro. Recuerdo que con Olivia lo compré deseando que me dijeran algo aunque fuese para animarme e intentar cosas nuevas, ya que Olivia no tuvo una pauta o al menos yo no la supe identificar, y la única conclusión que saqué fue que no dormía porque es un bebé. Que quería muchas tomas de pecho porque es un bebé. Que no quería un chupete, porque es un bebé y prefería el pecho. Fin. Nada nuevo que no sepas. Por supuesto, no digo que sean libros malos, pero que ayudar en la problemática del sueño no ayudan, están bien para otros temas.
RUTINA E.A.S.Y.
Se llama así por: Eat (comer) / Activity (actividad) / Sleep (dormir) / You (tiempo para ti). La idea es repetir esta misma pauta cada 4h. aprox (o 3 horas según la edad del bebé), pero ya sabéis que también hay que dejar que las cosas fluyan… Nada mas levantarse le cambias pañal y a continuación le alimentas, juegas con él hasta cumplir 2 horas desde que se despertó y entonces vuelta a dormir durante un periodo de 1,5-2h. Después de la siesta, la rutina vuelve a empezar. Yo no cumplo el horario ni los tiempos que marcan como tal, pero porque de forma natural Bruno ha establecido su horario, y desde que lo ha hecho, me he dado cuenta que ha vuelto al principio, a cuando nació. Dos consejos que os daría son: 1) antes de establecer una rutina/horario, fíjate cuál es el horario natural de tu bebé, ya que lo ideal -desde mi punto de vista- sería encontrar un punto en común entre la propuesta de rutina y el horario natural de tu bebé. Yo lo hice así y fue como descubrí que su rutina había evolucionado a periodos de 4 horas, y que lejos de tener que acostumbrarlo, era solo cuestión de reforzar lo que de natural él había adquirido. Y 2) establece el horario como a ti te viene bien y no pienses que la meta es clavar la rutina de 4h si no seguir una pauta para saber siempre lo que viene. Esto es lo que más me ayudó; antes, había veces en las que no sabía qué era, si sueño, si hambre… Cuando vas manejando unos tiempos, es más fácil acertar con lo que es porque hay otras opciones que se pueden descartar. Sé que cuando vienes de no tener un horario con un bebé, cualquier tipo de orden parece imposible e incluso descabellado, pero se puede. Para que os hagáis una idea, este es el horario aproximado de Bruno. Yo le he dado prioridad a establecer un horario en las siestas, ya que es nuestro tiempo de trabajo.
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8:30-9:00 – Se despierta
9:00 – Comida-Desayuno – Biberón de 240ml.
9:30-10:30 – Actividad
10:30-12:00/12:15 – Dormir (1ª siesta)
12:15 – cambio de pañal + Ropa
13:00-13:00 – Comida-Almuerzo – Puré de verduras + Biberón 150/180ml.
13:30-14:30 – Actividad
14:30-17:00 – Dormir (2ª siesta)
17:30 – Comida-Merienda – Papilla de frutas + Biberón de 150ml
17:30-19:00 – Actividad
19:00-19:30 – Dormir (sueño ligero/no sucede siempre)
20:30- Baño
21:00- Comida-Cena – Biberón 240ml
21:30 – Dormir
NOTAS: Nunca lo despierto por las mañanas, porque suele amanecer en torno a la misma hora pero si no fuese el caso y quisiera establecer una rutina, lo primero que haría sería ponerlo a dormir por la noche y levantarlo por la mañana a la misma hora. Es la unica forma de establecer un horario y que cada día no sea un caos absoluto. Sin embargo, el día que se ha despertado antes o mucho mas tarde, le voy modificando el horario para que cuando llegue a la siesta del mediodía, todo haya vuelto a su lugar.
Las siestas para Bruno son sagradas; da igual a qué hora se despierte, siempre tiene sueño a las mismas horas. En la de día, rara vez duerme más allá de las 12:15 en la siesta de la mañana y por la tarde suelo dejarlo dormir un ratito más. Hay veces que duerme hasta 3 horas, aunque lo habitual son 2 horas y media.
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Cuando tienes niños con problemas de sueño, piensas que las horas de sueño diurno le van a restar horas de sueño nocturno, pero mi experiencia con Olivia&Bruno es que cuanto mejor duermen de día, mejor duermen de noche. Recuerdo que con Olivia tomamos la manía de dormirla tarde con la esperanza de que llegase más cansada, se durmiese rápido y aguantase más. Por supuesto, eso prácticamente nunca sucedió! Mis peores noches con Bruno han sido los días que por el día ha dormido peor, quizás porque he tenido que modificar alguna de sus siesta (médicos, recados…) o se ha despertado de alguna de ellas y no ha conseguido dormir más. Según el libro, lo ideal es que cada siesta dure un mínimo de hora y media y un máximo de 2 (desde que inicias la entrada al sueño), pero cada una de nosotras conocemos a nuestro hijo mejor que lo que diga un libro, así guiaros por vuestro instinto. A mi esto me ayudó mucho cuando empecé a enseñar a Bruno a dormirse sólo; de este modo, sabía cuando tenía que “insistir” y ayudarle a dormir más, o cuando era suficiente.
SLEEP TRAINING.
Tiene mucho sentido pensar que hay que enseñarles a dormir solos ya que no nacen con ese instinto, no nacen sabiendo cómo dormirse. No podemos esperar que un día lo sepan hacer solos si no les hemos ido enseñando y practicando. Antes de leer el libro, pensé que eso era completamente imposible, y de hecho al principio introduje la rutina pero no “sleep trainning” como le llaman en el libro. En NINGÚN CASO y bajo ningún concepto se deja al bebé llorando en la cuna, y tengo que decir que lo conseguí el mismo día que lo intenté, cosa que no esperaba.
Así fue la primera vez que conseguí que se durmiese solito. Se despertó a la 1 de la madrugada, y lo oí hacer ruídos y moverse en la cuna. Decidí que mientras que no protestase, no me acercaría a la cuna (aún duerme en nuestro dormitorio pero en su cuna). Las veces que medio protestó, me levanté, le puse el chupete y le dí su dou-dou. Así lo estuve haciendo durante una hora y media o así, pero lo conseguí: se durmió solo y sin tener que cogerlo en brazos. Desde ese día, empecé a aplicar esa norma por las noches en sus despertares y en cada siesta de por el día. Para las siestas, antes de tumbarlo en la cuna despierto, lo tenía en brazos un rato y lo acurrucaba, para que pudiese distinguir que ya era la hora de dormir, y a continuación lo soltaba en la cuna. Muchas veces cae del tirón, y otras se pone a parlotear, pero ahí se queda y al poco o se duerme o lloriquea un poco, pero le pongo el chupete y en seguida se le vuelven los ojos y entra «en coma» de sueño. Por supuesto hay excepciones. Hay días que se despierta antes, que duerme menos siestas, o que se levanta más veces de noche, pero la mayoría de los días hace las siestas del tirón y de noche lo normal es que se despierte 1 o 2 veces, pero nunca es necesario cogerlo.
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De verdad que sé lo que es estar en la posición de un niño que no duerme, porque todavía Olivia se levanta bastantes veces. Ya hay noches que las hace del tirón, pero también hay otras en las que me despierto mas veces por ella que por él, y tiene ya 2 años y medio! Pero puedo decir que haberle enseñado a dormir es lo mejor que hemos hecho como padres de Bruno. Me ha devuelto no sólo mucho tiempo, si no también parte de mi vida. Con Olivia, prácticamente vivíamos separados: mientras que uno comía, desayunaba o cenaba, el otro se quedaba con ella; mientras que uno trabajaba, el otro se peleaba porque Olivia cerrase el ojo aunque fuese 5 minutos, a penas teníamos tiempo y siempre estábamos muy cansados. Ahora podemos desayunar, comer y cenar todos juntos, tengo ratos para trabajar, puedo irme a la calle o dejar a Bruno con alguien porque tengo la tranquilidad de saber lo que necesita en cada momento y os prometo, os juro, que es un gran alivio. Entre el antes y el después existe un abismo.
Desde luego, en esto de ejercer de padres, todas las opciones son buenas opciones y lo más importante es guiarnos por nuestro instinto, porque sólo lo que hagamos guiados por eso lo vamos a hacer con confianza. Si algo o todo os funciona, no lo cambiéis. Pero si no estáis contentas o sentis que la cosa no funciona, entonces es hora de hacer algún cambio. Esta etapa es demasiado bonita y fugaz, como para introducir más estrés del que ya de por si acarrea. No os sintáis malas madres porque queréis tener tiempo para vosotras, para vuestras cosas y vuestra familia; vivimos en un mundo que se rige por horas y horarios, rutinas que adquirimos y repetimos hasta la saciedad, pautas que integramos en las horas del día, así que es más que lógico que todo encaje bien en el engranaje.
Y si os preocupa lo más mínimo cambiar lo que hasta ahora tu bebé ha aprendido, lo que os propongo es el reto de intentarlo aunque sea una semana, pero intentarlo bien. Para volver atrás y a lo «viejo conocido» siempre hay tiempo! Pero si esto funciona y te sale bien, va a ser lo mejor que te haya pasado desde que diste a luz y conociste a tu nuevo amor ;) Y si os cuento esto es porque se puede, y no me refiero a que aprenda a dormirse sólo, si no a intentar cosas para que lo que no funciona, funcione de una vez por todas.
Un beso enorme, y no os vengáis abajo. Somos las mejores madres que nuestros hijos podrían tener, que no es quepa duda de eso ;)